martes, 19 de mayo de 2009

Santo, el Enmascarado de plata




Nació en Tulancingo, Hgo. en 1917. Y durante las siguientes décadas se trasformó en el icono más popular de la Lucha Libre mexicana y en el personaje más reconocido de uno de los segmentos de la vida pública de nuestro país durante el siglo XX. Se creó el mito de que el día que perdiera la mascara o su rostro fuera expuesto en público, moriría irremediablemente, dado que pertenecía a una dinastía de guerrero del bien cuya misión era enfrentarse permanentemente en contra del mal. Sobre los encordados del Pancracio mundial jamás perdió la capucha plateada. En la década de los ochenta se presentó en el programa “Contrapunto” que conducía el periodista Jacobo Zabludowsky, “el güero de la Merced”, quien sabiamente le convenció de que mostrara parte de su rostro. Así mismo sucedió en la publicación "Alarma". El 5 de febrero de 1984, Rodolfo Guzmán Huerta, alias El Santo, el enmascarado de plata falleció de un infarto fulminante. Por sí o por no, creció la leyenda…





En la década de los cuarenta inició en el pancracio en la ciudad de México con nombres como: Rudy Guzmán, El hombre rojo, El Demonio negro o el Murciélago II. Años después tomó el nombre de guerra que lo inmortalizó, luchando por entonces en el bando de los “rudos”. Fue discípulo del legendario instructor el Diablo Velázco.

En aquellos años las “revistas de monitos” eran un medio popularísimo y efectivo, explicable en un pueblo analfabeto y siempre dispuesto a creer en los mitos y las leyendas urbanas, ejemplos de estas fueron: Kalimán, La familia Burrón o Lagrimas y Risas. Pero pronto los cuentos de El Santo, en colores sepias, se abrieron un sitio especial en el gusto de las gentes. El editor de la revista fue José Guadalupe Cruz. Y en 1958, con libreto de Fernando Osés y Enrique Zambrano bajo la dirección de Joselito Rodríguez se presenta el primero de los filmes: Santo versus el Cerebro del mal. Sin embargo, quizás la más celebrada y celebre de las muchas películas del enmascarado fue Santo contra las Mujeres Vampiro (1962). Verdadero homenaje al esperpento y al humor involuntario, cine “surrealista a la mexicana”, apenas encabezado por el ejemplar ingenio del director Juan Orol.


No hay comentarios: