Ahorrar es una parte fundamental para tener finanzas sanas y
por ende una mejor calidad de vida, pero una vez que aprehendes el hábito de
ahorrar es el momento de dar el siguiente paso y hacer que ese dinero crezca haciendo
una inversión.
Muchos no lo hacen porque desconocen los instrumentos que
existen en el mercado y es por ello que enlistamos algunos de los más
populares.
1. Fondos de inversión: Un fondo se compone con las aportaciones de
muchos inversionistas para comprar activos que podrían adquirir de manera
individual. Existen de deuda y renta variable, y se dividen en corto, mediano y
largo plazo. Los de deuda invierten en papeles de deuda gubernamental, de
gobiernos extranjeros y de empresas; mientras que los de renta variable invierten
en acciones de empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), esta
segunda opción es más arriesgada pero existen mayores rendimientos. La
operadora del fondo cobra una comisión por manejar tu dinero.
2. Cetes: Los
Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes) son instrumentos de
inversión gubernamentales, que se adquieren a descuento (por debajo de su valor
nominal de 10 pesos) y cuyos plazos disponibles son de 28, 91, 182 y un año.
Desde 100 pesos puedes adquirirlos y el gobierno se compromete a regresar el
préstamo en la fecha establecida más un rendimiento determinado. De acuerdo con
el sitio oficial de Cetesdirecto el rendimiento a un año es de 4.59 por
ciento.
3. Cuentas bancarias de ahorro: Ésta es quizá la forma más sencilla de
obtener un beneficio de tu dinero pues el banco solicita un monto determinado
de apertura y ofrece un rendimiento a cambio. El cliente puede disponer de su
dinero en el momento que quiera pero los intereses son poco atractivos, además
debes considerar que algunos bancos cobran una comisión o un cargo si no
mantienes un saldo determinado.
4. Pagarés bancarios: Funciona como cualquier
pagaré solo que aquí tú le prestas al banco y éste te devuelve tu dinero en una
fecha determinada más un rendimiento previamente acordado. Constituyen una
buena opción para quienes buscan disponibilidad de su dinero sin mayor riesgo y
los plazos a contratar pueden ser de siete, 28, 91, 180 días y hasta un año,
sin embargo, los rendimientos se ubican debajo de la inflación que al cierre de
2012 fue de 3.57 por ciento.
5. Inversión directa: Para este tipo de inversión
se requiere un monto muy superior al que manejan otros instrumentos, además de
la asesoría de una casa de Bolsa. En este caso se invierte en acciones de
empresas y se está más expuesto a la volatilidad, no existe un rendimiento
seguro pues los títulos pueden subir o bajar de acuerdo con el desempeño de la
empresa en la BMV.
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