Deseoso de conocer una más de las adaptaciones fílmicas
realizadas entorno de la novela homónima de F. Scott Fiztgerald, publicada en
1925 y de la cual realizadas, desde el año de 1926 y hasta ahora en el 2013,
van cinco versiones distintas y al mismo tiempo paradójicamente similares por
el hilo conductos de la anécdota de lujo y mezquindad humana subyacente.
Herbert Brenon (1926) fue el primer cineasta que se intereso
en el tema a un año escaso de la publicación de la novela y realizó la primera
versión en la época en la que el cine sonoro aún no irrumpía con su estrépito
en las salas. Sin embargo, la más celebrada y quizás la que todos recordamos
sea la realización de Jack Clayton (1974), llevando en los estelares a Robert
Redford y Mia Farrow; corto me quedaría de tanto elogio por esta realización
que vi –afortunadamente- en un cine de la ciudad de México en aquella década.
Tal vez también con este morbo asistí a la exhibición de la
actual versión de Baz Luhrmann, el reparto es muy bueno en el papel, Tobey
Maguire (Carraway), Joel Edgerton (Buchanan), Isla Fisher (Mytler), Carey
Mulligan (Daisy) y Leonardo DiCaprio (Gatsby) junto a otros muy buenos actores.
Debo destacar que hace algún tiempo he considerado que DiCaprio va mostrando un
enorme desarrollo de su talento, que vez tras vez, me convence más como un
actor que ha dejado “la cara bonita” para convertirse de a poco en un mejor
intérprete que vale la pena disfrutar.
Al gozar de esta nueva versión de la novela, no deja de
asombrarme las distintas lecturas que una misma historia puede propiciar.
Recuerdo que alguna vez leí en algún lado como F. Scott Fiztgerald el
novelista, había tomado como fondo, transformando como elemento principal de la
misma los hechos relacionados con un hombre igual de extraño que el personaje
principal de su historia, habitante misterioso de “la gran manzana” y
relacionado con Lucky Luciano, Meyer Lansky y Bugsy Siegel, quienes a la larga habrán de reinar sobre la Mafia de aquella ciudad y
país. Esos motores mitad mito, mitad fantasía, parecen fueron igual de
extravagantes y misteriosos como la narración en derredor de Gastby.
La versión 2013 es digan de ser disfrutada, gozada en su
magnificencia sólo posible con los medios de hoy y tal vez, beneficiaria de
algún reconocimiento futuro de la gran industria norteamericana. Yo por ahora
quedo satisfecho. Vale.
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