¿Por qué escribir aquí de esto? Porque todo conflicto tiene siempre dos o tres caras y no siempre la cara lavada de los medios masivos es la legítima. En nuestro país estamos tan acostumbrados a aquello que los medios masivos dicen, hablan, pregonan estridentemente pero poco nos importa de donde viene el mensaje y sus implicaciones. Sin embargo, esta vez, conozco de primera mano la problemática y la entiendo.
Revista PROCESO
Michoacán, la guerra mediática y la demoscópica
Jenaro Villamil
14 de enero de 2014.
MÉXICO, D.F. .- Inició la guerra. De eso no hay duda.
El problema es cómo llamarla. Atinadamente la portada de la revista Proceso que circula esta semana la titula:
“Michoacán, la Guerra de Peña Nieto”. Y el operativo de control mediático del
gobierno federal trata, sin mucho éxito, de evitar que el término “guerra” sea
utilizado en el anuncio del despliegue masivo de fuerzas armadas del Ejército,
policías y cuerpos especiales en la Tierra Caliente de Michoacán.
Las dos grandes televisoras, Televisa y TV Azteca, marcan la
pauta de la inducción de una versión oficial poco creíble y aceptada: las
fuerzas federales van a restaurar el orden y desarmar a todos los grupos.
El Noticiero, con Joaquín López Dóriga, privilegió la versión y los
discursos oficiales: desde el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio
Chong, hasta el de un nada amable procurador general Jesús Murillo Karam, pero
en su emisión del lunes 13 evitó la transmisión en vivo de imágenes desde la
zona del conflicto.
Hechos de TV Azteca, aún más oficioso, trató de minimizar el grado
de conflicto y prefirió continuar con una serie de infomerciales sobre
entidades antes azotadas por el narcotráfico y ahora casi paradisíacas, como
Durango.
Es evidente que la estrategia del gobierno de Enrique Peña
Nieto de callar, ocultar o evadir el tema de la violencia derivada por los
enfrentamientos con el narco y el crimen organizado ya no podrá ser mantenida
por un año más. De nuevo, el Mexican Moment cede el paso al Narco Moment, y la administración federal cae en
el mismo error del gobierno de Felipe Calderón: jugarse su credibilidad con
medidas espectaculares de fuerza en otro Operativo Michoacán más.
Los titulares de los cinco principales periódicos de
circulación en el Distrito Federal nos dan una idea de cómo pretende
“gestionarse” el control informativo:
-El Universal: “Inicia desarme de las autodefensas”.
-La Jornada: “Asume el gobierno federal la seguridad de Tierra Caliente”.
-Reforma: “Chocan Ejército y autodefensas”. Fue el único periódico que
mencionó en su nota principal el desmentido de José Manuel Mireles, presunto
líder de las autodefensas, a una declaración transmitida en Televisa. El doctor
dijo que no depondrían las armas si antes no detenían a los siete cabecillas de
Los Caballeros Templarios.
-Milenio Diario: “Osorio: seremos ‘severos; Fausto pide exterminio”.
-Nuevo Excélsior: “Ultimátum a autodefensas”.
La gran mayoría de los noticiarios radiofónicos matutinos de
este martes, al menos en el Distrito Federal, abrieron sus noticiarios
privilegiando el reporte oficial. En muy pocos casos dieron voz a los líderes
de las autodefensas. En MVS, Carmen Aristegui transmitió la entrevista
simultánea con sólo cinco medios que Mireles concedió. Desmintió claramente la
versión de Grupo Televisa.
La explosión más clara de versiones fue en redes sociales.
La gran diferencia con 2007 –cuando inició la “guerra” calderonista en
Michoacán– es el protagonismo de la información simultánea y horizontal que se
está generando en Facebook, en Twitter y a través de decenas de blogs y sitios
informativos on line, cuya cobertura es más amplia y crítica, como son los casos de SinEmbargo,
Animal Político, La Silla Rota, Proceso, y las propias versiones digitales de los periódicos.
En Facebook, la página Valor por Michoacán se convierte en
el auténtico termómetro de las versiones favorables a las autodefensas. En
menos de medio día pasa de 10 mil a 12 mil 758 seguidores. Suben un video
grabado en teléfono celular donde presuntamente elementos del Ejército disparan
contra la población civil en su operativo “anti-autodefensas”.
Para la tarde de este martes, ya era otra guerra por las
cifras y la percepción: el Ejército y la Secretaría de Gobernación admiten que
hubo dos muertos en los operativos iniciales, pero la CNDH acredita versiones
locales donde mencionan a cuatro muertos en Antúnez, incluyendo a un menor de
11 años, civil.
El despliegue de dos mil elementos federales en Uruapan y
Apatzingán es la segunda nota en importancia. Los “federales” patrullan estos
dos municipios emblemáticos. De acuerdo a su promesa, el gobernador Fausto
Vallejo va a comenzar a despachar en Apatzingán, a partir de este miércoles 15.
Lo único que no han presentado es a un líder o dirigente de
Los Caballeros Templarios detenido.
El apoyo a las autodefensas
El actor novedoso en este escenario, a diferencia de 2007
con el operativo de Calderón, son los grupos de autodefensa. Desde febrero de
2013 civiles armados tomaron el control de varios municipios de la Tierra
Caliente de Michoacán y han logrado un apoyo social, dentro y fuera del estado,
que no se había visto antes.
Aun con las múltiples y legítimas dudas que existen sobre la
forma de armarse, de entrenarse, de financiarse y de organizarse, las
autodefensas michoacanas ya se convirtieron en el eje de esta disputa.
La encuesta levantada el lunes 13 entre 900 personas por el
Gabinete de Comunicación Estratégica, entre michoacanos y población nacional
abierta, hablan de un claro apoyo, más entre mexicanos que no viven en la zona
de conflicto.
Por ejemplo, en Michoacán 49% de los entrevistados se
manifestó a favor de que los ciudadanos se armen y se organicen para defenderse
del crimen organizado, mientras a nivel nacional el porcentaje se elevó a
53.5%.
El 64.9% de los entrevistados a nivel nacional apoyan a los
autodefensas michoacanos, mientras sólo 31.4% se manifestó en contra.
En tanto, 46.7% de los michoacanos consideran falso que las
autodefensas sólo pretendan restablecer la seguridad, contra 37.6% que lo
consideró cierto.
Cuestionados sobre qué debe hacer el gobierno con dichos
grupos, 33.1% de los habitantes de Michoacán dijo que deberían desarmarlos con
amnistía y sin proceso legal, 23.1% pide dejarlos operar y sólo 14.7% considera
que deben ser detenidos y encarcelados.
A nivel nacional, 33.9% opinó que deberían dejarlos operar,
24.4% consideró que las autodefensas deben ser desarmadas con amnistía, y menos
de 10% abogó por que sean detenidos y encarcelados.
En otras palabras, a pesar de tener en contra a los medios
masivos e institucionales, por ahora la guerra de la percepción pública la van
ganando las autodefensas
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