EN SU MAUSER, MORENOS!!! 2.

Hace muchos años se pensaba que la peor administración del conocido Instituto Michoacano de Cultura (IMC) había sido aquella del doctor Irineo Rojas que transformó el dicho instituto, en una suerte de “Instituto indigenista de cultura”, olvidando de un plumazo la enorme población no indígena de la entidad. Con el correr del tiempo y ya bajo la administración de Jaime Hernández Díaz, se entendió que todavía existía un fondo más profundo, dado que éste ilustre maestro retomó el instituto de cultura, transformándolo en el “Instituto Moreliano de Cultura” donde el valor rutilante siempre estuvo en el centralismo de sus acciones pomposamente segmentadas. Después, supimos con verdadera sorpresa que todavía se podía ir más hondo, más a lo profundo, en la administración de Octavio Vázquez que uno entendía que sí era capaz de golpear la mesa, callar en público a la esposa del gober –su patrón-, traerse al mtro. Tavira y el epopéyico trueque de dineros abundantes por palabritas -todavía más abundantes-, siendo artista y voluble, pues qué se le podía hacer.

Cuando ya apareció la Secretaría de Cultura de Michoacán (SECUM) montada a pelo e ignorancia sobre la anterior estructura del IMC, se comprendió claramente que siendo un don Juan, sin conocimientos claros del acontecer de la entidad, inhabilitado para ejercer funciones de dirección y cargos públicos era entendible que con el Lic. Crisanto Cacho, se tocaba fondo. Un fondo ya de suyo PROFUNDO. Pero cuando aparece nuevamente el ex rector e ilustre intelectual, Azljaimerhernández en la administración y contlapaches, pues la cosa va demostrando que el fondo fondo está todavía por verse, alcanzarse y sobrevivirse.

La actual secum no cuenta con una base social, sus acciones discrecionales no poseen ninguna profundidad dentro de los 113 municipios de la entidad atomizadas en la periferia de la prensa moreliana, los recursos financieros mágicamente se extravían en ese pozo oscuro de forma inexplicable y las estrategias –si las hay-, se pierden en la discrecionalidad del humor y talantes del mandamás a los controles. En descargo, habría que señalar que su mandato, está signado por el porrismo cultural encabezado por el KKCUM y la toma de decisiones unipersonales -en la discrecionalidad del caso- del actual Secretario de Gobierno –su superior-.