A finales del año anterior habíamos ganado el derecho de representar al Continente Americano en el encuentro celebrado en la ciudad de Guadalajara, Jal. Entre las cosas sobresalientes del viaje fue que en las publicaciones europeas especializadas se dijo que entre las 5000 voces de niños que participaron en ese encuentro, las voces de los michoacanos, fueron identificables por su timbre, tesitura y potencia por encima de las demas.
Llegamos a mediados del mes de junio y nos llevaron a la ciudad de Essen, desde donde diariamente íbamos a otras ciudades a cantar misas, recitales o conciertos. Sin embargo, además de vocalizar y estudiar lo cotidiano todos los días, llegando al país nos entregaron las nuevas partituras las cuales tuvimos que aprender a marchas forzadas.
Los maestros del coro fueron: José Závala y el pianista Roberto Licona. Durante el encuentro el maestro Bonifacio Rojas dirigió Las antífonas para México, de Bernal Jiménez. En el denominado Concierto de las Naciones.
En 1995, a un cuarto de siglo de ese viaje, celebramos la mayoría de los aquí fotografiados con una misa y un concierto en la Catedral, el haber sido Niños Cantores de Morelia.
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