En 1984 el Taller de Investigación y Exploración Teatral dirigido por Rodrigo Villamil ganamos el Premio Nacional de Teatro que las asociaciones de críticos otorgan en el país anualmente. La obra que aquí se muestra es El Rastro, de Elena Garro. La fotografía es de Jesús Herrera y está tomada en el Teatro Ocampo en ese mismo año durante la Muestra Estatal de Teatro.
Sobre de Adrián Barajas (que soy yo al centro), arriba Esteban Silva y de lado se ve la cara de Rodrigo quienes escenificaban los dos hombres del texto, como la versión tenía como centro del concepto estético la plástica de las figuras tradicionales de los diablos de Ojumichu; ellos eran unos nahuales trepados en el protagonista. Abajo, Delfina Ibañez interpretada por Berenice Reyes Luna.
El primer montaje del TIET fue allá por 1980. Maquina de Alejandro Licuona y que dirigiera Mercedes de la Cruz. Después de esa primera experiencia y resultados se formalizó el taller y una primer oleada de jóvenes que estaban en la Casa de la Cultura y en el CEDART se unieron al mismo. Con el correr del tiempo y la misma exigencia al interior del taller se fue depurando hasta conseguir cosas muy importantes que representaron a Michoacán en los foros nacionales y a México en el estranjero.
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