martes, 18 de marzo de 2008

Mi primer texto para publicar aquí

LAS CANICAS

Autor: Arnulfo Martínez

Personajes:

Payaso y prestidigitador ambulante (Esteban)

Niña de unos 8 a 12 años (Lola)

Padre de Lola, unos 35 años (Francisco)

ACTO UNICO

(Descripción geográfica de un espectáculo itinerante dirigido para jóvenes de entre 10 y 15 años que se podrá montar en cualquier espacio escénico).

EN EL SITIO DE REPRESENTACION DELIMITADO CLARAMENTE, ENTRA UN INDIVIDUO DE UNOS 25 AÑOS, NO ES UN ESCUINCLE NI UN VIEJO PERO ES EVIDENTE SU CARÁCTER DE VIVIDURA; VISTE UN PANTALON BOMBACHO, GABARDINA, TIRANTES Y CAMISA DE MANGA LARGA. JALA UN DIABLITO DONDE LLEVA UN BAUL NO MUY GRANDE, UNA GRABADORA EXTREMADAMENTE VOLUMINOSA, ADEMAS DE UN PARAGUAS ATADO AL BAUL Y UNA MESA DE TIJERA. TRAE COLGADO AL CUERPO UN ACORDEON.

AL ENTRAR A ESCENA PARECE VENIR APRESURADO. TRATA DE PARAR EL DIABLITO PERO EL PESO LO ARRASTRA. INICIA UNA COREOGRAFIA DONDE TRATA DE DETENER EL DIABLITO Y ESTE PARECE QUE TIENE VIDA Y SE NEGARA. DESPUES DE UN MOMENTO LO PARA Y BUSCA BAJAR EL BAUL Y GRABADORA REALIZANDO UNA COREOGRAFIA DE EQUILIBRIO Y DESEQUILIBRIO ENTRE EL, EL DIABLITO, GRANADORA Y EL BAUL, HASTA QUE DEPOSITA EN EL PISO CADA UNA DE LAS COSAS Y SE SUBE AL BAUL PARA SALUDAR.

Esteban.- ¡Hola! Bienvenidos. Bienhallados. ¡Hola helechos! ¡Setos y jacarandas! ¡Arbustos y flores de jardín! UNA GRAN REVERENCIA. Aquí estamos listos para hacerles pasar un buen rato. Un momento agradable. Un instante de feliz encuentro con la magia. HACE APARECER UN RAMO DE FLORES DE ENTRE LAS SOLAPAS DE LA GABARDINA. Un encontronazo con lo desconocido, pues los habré de conducir a las fronteras de lo nunca antes visto. HACE APARECER OTRO RAMO DE FLORES. Saltaremos juntos las fronteras de lo irreal. CON UN MOVIMIENTO INCONCIENTE SE DISPARA DE SU BRAZO DE FORMA INESPERADA UN ROLLO DE SERPENTINAS. DESCONCERTADO ELIGE CAMINAR SOBRE UNA CUERDA FLOJA IMAGINARIA. SE TIRA UN SALTO DEL TIGRE COMO SI SE TIRARA A UNA ALBERCA A NADAR ECHADO DE PANZA SOBRE EL BAUL. De lo que no se nombra. SACA DE MANERA SUBITA PARA SECARSE UNA MASCADA QUE NO TERMINA DE SALIR DE UNA DE LAS MANGAS DE LA GABARDINA. Nos acercaremos a lo increíble. A lo extraordinario. ABRE LA SOMBRILLA, UNA LLUVIA DE CONFETI LO CUBRE. Lo nunca jamás antes nombrado. APARECE UNA PALOMA DE ENTRE LAS TELAS QUE NO TERMINAN DE SALIR. ¡Y atrás de la raya que empiezo mi espectáculo!

CON EL ACORDEON EN MANO SE SUBE SOBRE EL DIABLITO, VALANCEANDOSE EMPIEZA A TOCAR UNA POLKA.

De los profundos misterios.

De los polvosos papiros.

De los caminos viejos viene mi canción.

Canto que desde muy lejos.

Traído sin egoísmos.

De los caminos viejos viene mi canción.

Canto que rompe las sombras.

Himno que acalla los silencios.

De los caminos que vienen de lejos, canto mi canción.

Para ti, mi canción.

AL COMPAS DEL ACORDEON TERMINA EJECUTANDO UN BAILECILLO.

Que bueno que les he gustado inmutables y silentes arbustos. Flores de frágil fragancia. Ahora el acto sigue con la fábula del hombre sentado frente al espejo de la vida. REACOMODA EL BAUL Y SE SIENTA. SACA DE UNA DE LAS BOLSAS UN CONTROL DE TELEVISION. Un hombre sentado en su silla. Un hombre mirando al frente. Inmóvil. Casi detenido el aliento. Quieto, casi sin pensamientos. Un hombre sentado en su silla mirando sin pestañar los puntos saltarines del televisor. MIMA CON EL ROSTRO: INDIFERENCIAS, ABURRIMIENTO, BOSTEZO QUE SE ESFUMA EN UNA MUECA DE SORPRESA… EL ACORDEON SUENA MOVIDO POR UNA DE LAS MANOS. LO TOMA, TOCA Y CANTA SIN DEJAR DE HACER MUECAS COMO SI ESTUVIERA FRENTE A UN TELEVISOR… DE REPENTE PARA, BUSCA OTRO CANAL.

CANTA:

Un hombre casi muerto, mirando la tele.

Somnoliento decidió cambiar.

Cambiarse por otro tirado en su asiento.

Mirando el futuro, mirando el presente.

Un hombre casi muerto, sin ver que nada le alcanza.

Sin ver que nada le toca.

Sin ver la vida pasar.

VA A SEGUIR EL ESTRIBILLO PERO EN ESO ENTRA UNA NIÑA AL AREA DE REPRESENTACION.

Lola.- ¿Y por qué es tan malo ver la televisión?

Esteban.- Señorita, no ves que estoy trabajando.

Lola.- ¿Trabajando? ¿Esto es trabajo?

Esteban.- Señorita, que me estas echando a perder el acto….

Lola.- Punto número uno: no soy señorita. Me llamo Lola. Punto numero dos: ya te había visto desde la ventana de mi casa y siempre andas aquí… ¿Qué haces?

Esteban.- Y quien iba a saber que te llamas Lola. ¿A quien le importa?

Lola.- A mis padres que de esa manera me nombraron… ¿Qué tanto haces?

Esteban.- QUIEN NO HA DEJADO DE SONAR EL ACORDEON. Por favor, Lola. Si así te llamaron… Sal de mi área de trabajo: ¡Estas estorbando!

Lola.- A poco hacer gestos y decir cosas frente a los arbustos del jardín es un trabajo. ¿Quien te ve? ¿Las palomas y el jardinero? El jardinero que se aburrió y anda por allá limpiando de hojarasca la fuente…

Esteban.- Esta bien. Pero un artista se hace sobre la escena. Delante de su publico exigente…

Lola.- ¿Las palomas…?

Esteban.- Lo que sea, pero me interrumpes. Obstaculizas mi hacer. Mi derecho a expresarme…

Lola.- ¿Y qué haces? ¿A qué juegas todos los días?

Esteban.- ¿Juego?

Lola.- Toda esa faramalla…

Esteban.- ¿Faramalla? ¡Mujer, no digas burradas!

Lola.- HACE QUE LLORA. ¡Que mala persona eres...!

Esteban.- Mala qué…

Lola.- ¡Eres una persona mala…!

Esteban.- Ay, niña: Deja de jeringar… Si no hay de otra, me presento: me llamo Esteban…

SE ESCUCHAN UNOS SONIDOS DENTRO DEL BAUL. TAN FUERTES QUE LOLA DEJA POR MOMENTOS DE FINGIR.

Lola.- ¿Qué es eso?

Esteban.- ¿Qué es qué?

Lola.- ¡Ese ruido!

Esteban.- No lo sé. No hagas caso…

NUEVOS TOQUIDOS DENTRO DEL BAUL.

Lola.- Si. En esa cosa hay algo encerrado...

Esteban.- ¿Dónde?

Lola.- No quiera tomarme el pelo. Ahí mismo…

Esteban.- En el baúl… No hay nada.

Lola.- Ahí mismo… Lo voy abrir si no lo hace usted.

Esteban.- ¡No te atrevas!

Lola.- ¿Por qué?

Esteban.- ¡Porque puede ser algo aterrador!

Lola.- No es cierto.

Esteban.- Una puerta a lo desconocido.

Lola.- No es verdad.

Esteban.- Y qué es la verdad… ¿Pues no que estabas llorando?

Lola.- Si. Pero ya se me quito. Dice tantos embustes.

Esteban.- La que salió mala persona es otra…

Lola.- Yo no soy mala persona, me llamo Lola y mi nombre habla de franqueza.

Esteban.- ¿Quién lo dice?

Lola.- Mi papá. Y con eso basta.

EN UN APARENTE DESCUIDO DE ESTEBAN LOLA SE ACERCA AL BAUL, PARA CORRER LOS CERROJOS PERO ESTEBAN CON EL ACORDEON TOCA UNOS ACORDES INTIMIDATORIOS, DE SUSPENSO CINEMATOGRAFICO Y ELLA SE DETIENE.

Esteban.- Te estoy observando.

Lola.- No quería hacerlo. De veras, no tengo ganas de abrir nada.

Esteban.- Entonces, ¿por qué tan modosita?

Lola.- ¿Pero qué tiene escondido dentro de esa cajota?

Esteban.- Nada que te importe, muchacha.

Lola.- Mi padre siempre dice que no es bueno esconder cosas. Que las cosas ocultas siempre traen algo mas oculto en el fondo.

Esteban.- Pues que sabio nos resulto tu papá…

Lola.- Y eso que nunca ha querido escribir un libro. Contar historias…

Esteban.- ¿Contar historias?

Lola.- Si, mi papá es buenísimo para contar historias. Tiene una imaginación desbordada. Si no fuera porque siempre le gusta estar frente al televisor… Trabaja mucho…

Esteban.- ¡Ahí tienes...! Las historias buenas sólo las cuentan los cuentacuentos…

Lola.- ¿Cuenta cuentos?

Esteban.- Si. Los alquimistas del verbo…

Lola.- No entiendo...

Esteban.- Los hechiceros de las palabras…

Lola.- ¿Hechiceros? ¿Alquimistas? ¿Brujas? ¿Magos? No me cuente...

Esteban.- ¡Nahuales!

Lola.- Nahuales mis polainas…

Esteban.- ¡Ten cuidado con esa boca! ¡No nombres lo desconocido! En estas tierras habitan los nahuales y las sombras esquivas…. Es esta su jurisdicción.

Lola.- ¿Cuáles sombras? Si es media tarde y con el cambio de horario todavía más temprano.

Esteban.- No juegues con lo desconocido...

Lola.- ¿Cuál desconocido?

Esteban.- La imaginación, niña. La imaginación…

ESTEBAN DE UN SALTO SE SUBE SOBRE EL BAUL ABRIENDO LA SOMBRILLA.

Lola.- ¿Para qué sirve la imaginación?

Esteban.- ¿Ves aquel cuervo?

Lola.- ¿Cuál cuervo? No…

Esteban.- Sube… Ven pronto... Antes de que se pierda.

Lola.- Déme la mano.

Esteban.- Aquel que abrió las alas y se desliza sobre el aire junto a la torre de la iglesia.

Lola.- Me cuesta trabajo. Pero sí, sí lo veo….

Esteban.- Ese cuervo viene de muy lejos. De las colinas aquellas que se ven detrás de las nubes. Lejos de la torre de la iglesia… ¿Las puedes mirar desde aquí?

Lola.- ¿Y cómo sabe que es un cuervo?

Esteban.- Por las alas y la forma del vuelo. HACE EL GRAZNIDO DEL CUERVO. Y por como hace al graznar. LO REPITE. ¿Lo oyes?

Lola.- Las colinas detrás de la iglesia están retiradas, pero sí. Las veo…

Esteban.- El cuervo las mira cuando pasa sobre ellas. Como si nosotros miráramos desde aquí arriba la cúpula y la torre. A ver, abre las alas... Piensa que andamos sobre las nubes y somos el cuervo…

Lola.- ¿Cómo?

Esteban.- Como lo harías si fueras ese cuervo volando sobre el monte…

Lola.- ¡Así!

Esteban.- ¡Sí!

Lola.- ¡Así…!

Esteban.- ¡Si! ¡Mejor..!

Lola.- ¡Ah, si...!

Esteban.- ¡Exacto! ¡Volemos entre las nubes…! ¡Sientes el aire en el rostro!

Lola.- ¡Nunca había volado tan alto! ¡Aún más alto que una cometa!

Esteban.- Muchas veces no vemos las cosas pero, las cosas están ahí. El que la mayoría de las personas no vean a los nahuales no significa que estos no existan…

NUEVOS GOLPES DENTRO DEL BAUL. AMBOS SALTAN SOBRESALTADOS LO MAS LEJOS POSIBLE. SILENCIO.

Lola.- ¿Que tiene ahí?

Esteban.- Para que veas…

Lola.- Dígame ya. No me este intrigando tanto…

Esteban.- En ese baúl guardo misterios innombrables. Pero no crees en los nahuales…

Lola.- ¿Tiene un nahual?

Esteban.- Puede ser…

Lola.- ¿Un demonio?

Esteban.- Todos tenemos un demonio escondido. Pero yo no…

Lola.- Me voy de aquí…

Esteban.- No te vayas. Eres mi público y eso sería un gran fracaso.

Lola.- Pero si tiene esos engendros escondidos en ese baúl, prefiero largarme antes de que se salgan…

Esteban.- Solo se salen cuando yo lo permito.

Lola.- A poco es muy dominante.

Esteban.- Cada quien sabe lo que se trae a cuestas. Es tan sencillo como esa moneda escondida en el oído. HACE UN TRUCO Y APARECE UNA MONEDA CERCA DEL OIDO DE LOLA.

Lola.- ¡Ah, que susto! Esos trucos los hacen en la tele… Los veo todos los días.

Esteban.- Pero el que los veas no significa que los vivas. Por ejemplo, esta otra moneda atorada en la otra oreja.

Lola.- De todos modos no me impresiona.

Esteban.- ¡Y qué te impresiona!

Lola.- Veamos… A lo mejor un gigante.

EN ESE MOMENTO ENTRA AL ESPACIO DE REPRESENTACION OTRA PERSONA QUE SIN MEDIAR PALABRA AGARRA A LOLA Y TRATA DE LLEVARSELA.

Esteban.- Ora pues: ¿A dónde...? ¿Con qué permiso?

Francisco.- ¡No intervengas, mugroso!

Esteban.- Pues como no… Si se la lleva arrastrando.

Francisco.- ¿Y sabes quien es ella?

Esteban.- Quien sea: que importa. Es mi amiga y eso me basta.

Francisco.- ¿Amigos?

Lola.- Espera, deja explicarte… Estoy jugando a la imaginación…

Francisco.- Nada de explicaciones.

Esteban.- ADOPTANDO UNA POSE DE ESPADACHIN, LA SOMBRILLA POR EL MANGO. ¡Alto! Deje a la dama o se las verá conmigo. Y no sabe…

Francisco.- Dile al mugroso quién soy y a dónde vas…

Lola.- El es mi papá. Ya te había hablado de él.

Esteban.- ¿El cuenta historia rebién padrísimas?

Lola.- El mismo...

Esteban.- Ujule, y tanto orgullo para es.

Francisco.- ¿Qué dice el hijo del rataplan?

Esteban.- ¡No me busque! ¡No sea mandado!

Lola.- Yo le dije que contabas unas historias bien bonitas…

Esteban.- Y que era muy buen padre.

Lola.- Sí. Que eras el mejor padre del mundo.

Francisco.- Eso le contaste al fantoche ese…

Lola.- Si. Pero él dijo que no me creía y ya ves, le das la razón, con esa forma de comportarte.

Francisco.- Y a mí que me importa lo que piense…

Lola.- Debería importarte. Porque eres mi padre y yo soy tu hija. No ves que quedo en vergüenza delante de alguien que no me cree… Y luego porque me dicen mentirosa: ¿Te gusta eso?

Francisco.- No, pero… Pensándolo así, bueno… Pero eso que importa ahora si ya te vas conmigo. Por la buena o por las malas.

Esteban.- Por la buena. Pero por la mala, nunca. SE CUADRA PREPARANDO UNA ESTOCADA.

FRANCISCO.- ¡Ah, si! Espera. TOMA DE UN LADO UNA RAMA Y SE CUADRA COMO LISTO PARA UN DUELO. HACEN UN SALUDO BAJANDO Y SUBIENDO LOS ESTOQUES. SE CUADRAN.

Lola.- No. ¡Paren! ¡Alto! ¡No lo hagan por mí!

Francisco.- ¡Como rejijos de los tiros, no! ¡En guardia mugroso!

Esteban.- ¡Listo don engreído!

DUELEAN EN UNA COREOGRAFIA DE ESGRIMA BIEN ESTRUCTURADA.

SUBEN Y BAJAN SOBRE EL BAUL, EL DIABLITO Y DE SUBITO SUENAN UNOS TOQUIDOS FUERTÍSIMOS. AMBOS CONTENDIENTES PERPLEJOS, DESCONCERTADOS, SE ALEJAN CASI ABRAZANDOSE APUNTANDO SUS ESTOQUES EN DIRECCION AL BAUL.

Francisco.- ¡Ay amigo! ¿Qué trae ahí?

Esteban.- Un poco de encantamientos. Sólo eso… Pura imaginación.

Francisco.- Cosas de hechicerías…

Lola.- Una hada obligada…

Francisco.- Un gigante doblado por la cintura…

Lola.- Un demonio mal amarrado…

Esteban.- Sueños mal dormidos atados por los tobillos. Un poco de la profesión de las hadas.

Francisco.- MIMA PARA QUE LO ENTIENDA LOLA. Si, debe de ser... ACENTUA EN DIRECCION A ESTEBAN COMO SI LE FALTARA DE UN TORNILLO. Insolación o algo parecido. Una chafaldrana fuera de sitio, ¿no?

Lola.- Lo que sea, suena furioso adentro de esa cajota.

Esteban.- No se preocupen demasiado. No se preocupen… MINTIENDO, RECOBRANDO EL HUMOR. RGRESANDO AL ACTO. Es un gigante. Un enano y varios otros diminutos sueños y encantamientos traídos de sitios remotos. Un poco de juego y un poco de teatro. Una suerte de cortejo para iluminar las horas largas de desvelo. Les pido que se sienten en sitio cómodo para que puedan maravillarse con las maravillas que poseo y traeré frente a sus ojos…

MIENTRAS QUE ESTEBAN SE PREPARA PARA ABRIR EL BAUL Y LOLA Y SU PADRE SE ACOMODAN PARA VER EL ACTO… ESTEBAN SACA UN BALERO ENORME, TIRA UNOS CAPIRUCHOS Y LUEGO SE LO PASA A FRANCISCO; QUIEN A INTERVALOS TAMBIEN JUEGA.

Francisco.- Este ya nos vendió su numerito…

Lola.- No te apures, papá. Si no te gusta nos vamos en un descuido…

Francisco.- Pero no pienses que esto terminó, Lola. En cuanto ese chiflado nos deje me vas a entregar lo que sacaste de la casa. Será mejor que me lo devuelvas ahora…

Lola.- ¿A qué te refieres, papá?

Francisco.- A eso que traes dentro de la bolsa que llevas atada a la cintura…

Lola.- ¿Al rosario que me regaló la tía Eduviges?

Francisco.- ¡No juegues con mi paciencia!

Lola.- Pero papá…

ESTEBAN YA ESTA LISTO. TIENE UNA MANTA TAPANDO ALGO MONTADO SOBRE LA MESA DE TIJERA. Y EL BAUL A MEDIO ABRIR CUBIERTO CON OTRAS TELAS. MUSICA DE LA GRABADORA.

Esteban.- ¡Ahora si! Traído de regiones inhóspitas que están más allá del ecuador. Cercanas a la llamada Tierra del fuego. Presento estimado público al mismísimo Mister Nelson. Eminente sabio lector de los oráculos de Delfos y Minos. ¡Un fuerte aplauso para recibirlo!

ESTEBAN DESCUBRE UN MUÑECO DE VENTRILOCUO DE ABUNDANTES CEJAS, OJOS SALTONES Y ENTRADAS PROMINENTES EN LA CABEZA.

Esteban.- A ver, mí estimado Mister Nelson…

Nelson.- Llámame Astoldo, a secas.

Esteban.- ¡Ah, jijos! Llamarle Astoldo no puedo… No podría mi estimado y jamás nunca elogiado suficientemente maestro Mister Nelson.

Nelson.- ¡Déjate de remilgos! Dime Astoldo…

Esteban.- ¡No podría!

Nelson.- Llámame Astoldo, a secas.

Esteban.- ¡Nunca! En vano me lo pide.

Nelson.- No seas menso. Te vas ahogar con tanta palabra seguida. Es por tu bien… Astoldo, a secas.

Esteban.- Esta bien, maestro. Sólo porque usted me lo pide. Astoldo…

Nelson.- Dime, joven…

Esteban.- Joven Astoldo…

Nelson.- No. Tonto. Que me digas Astoldo y qué deseas…

Esteban.- ¡Ah! Ya entiendo.

Nelson.- Ya iba siendo hora.

Esteban.- LUEGO DE GARRASPEAR. Aquí mis sorprendidos amigos tienen preguntas que hacerle… Más a mí me gustaría que nos relatara de donde viene… ¿Para dónde va?

Nelson.- En las llanuras largas del altiplano andino he sido conducido por un grupo de prominentes señores de esas tierras. Me han llevado para que les indique el sitio exacto donde se halla el tesoro que buscaba Pinzón, el aventurero…

Esteban.- ¿Usted sabe dónde está el tesoro de Pinzón?

Nelson.- Pinzón, el aventurero.

Esteban.- ¡Oh!

Nelson.- ¡No me interrumpas! Ah, y entonces vide maravillas como nunca antes había mirado. Parajes exóticos. Ríos interminables. Selvas exuberantes, profundas y oscuras. Sinfonías de aves jamás escuchadas y vistas…

Lola.- ¿Y usted sabe dónde está el tesoro de ese Pinzón…?

Nelson.- Pinzón, el aventurero… ¿Quién es esta que rompe mi trance?

Lola.- Me llamo Lola, Mister Nelson…

Nelson.- Dime Astolfo.

Francisco.- Pienso que usted jamás ha estado por…

Nelson.- Y este, ¿quién es?

Francisco.- Soy el papá de Lola, Astolfo…

Nelson.- ¡Llámame Mister Nelson!

Francisco.- Pero a los otros les dijo…

Nelson.- Pero a ti no… ¿Decías?

Francisco.- Jamás he estado en esos lugares… Pero…

Nelson.- La exhuberancia de las aves. Lo agreste de los paisajes ahí donde el aire llega y se da la vuelta. Lo vigoroso y violento de aquellas aguas en esos ríos vírgenes…

Francisco.- Yo jamás he estado ahí. Probablemente jamás visitaré esos parajes lejanos. Pero pienso que puedo verlos y sentir sus fragancias. Mirar lo impenetrable de aquellas selvas insólitas. Cazar un enorme jaguar…

Nelson.- ¡Eso, eso!

Francisco.- TOMA LA RAMA COMO SI SE TRATARA DE UN FUSIL Y EMPIEZA A ACECHAR COMO UN CAZADOR. Entre las ramas el jaguar que atacó anoche la aldea se mueve lentamente, sin ruido, imperceptible. LOLA MIMA COMO SI FUERA EL JAGUAR. Hace calor y el aire está cargado de signos. El jaguar presiente que alguien le sigue de cerca. Entre tantos olores puede casi sentir el aroma de su perseguidor. Pero es una bestia que no le teme a nada. Sabe que en cualquier momento se puede perder con la mayor facilidad entre lo impenetrable de la selva.

EL JAGUAR AVANZA SIGILOSO MIENTRAS EL CAZADOR LO SIGUE, OBSERVANDO LAS HUELLAS QUE EL OTRO VA DEJANDO. ESTEBAN SACA DEL BAUL UNA GRAN RED Y UNAS TELAS QUE VISTE APRESURADO FORMANDO EL TRONCO Y FOLLAJE DE UN AÑOZO ARBOL. SIGUE EL ACECHO. DESPUES EL JAGUAR SE ESCONDE JUNTO AL BAUL, JUNTO AL ARBOL QUE CAMBIA DE POSICION Y LUGAR, EL CAZADOR DIFICILMENTE ENCUENTRA SU RASTRO, FINALMENTE, DESPUES DE VARIOS INTENTOS EL CAZADOR LE APUNTA Y PUEDE DISPARARLE UN TIRO CERTERO.

Esteban.- ¡Bravo! Con un poco de imaginación…

Lola.- Ni tiempo me dio el disparo, papá. No ves que quería agarrar un cervatillo…

Francisco.- Si, pues… No lo entiendo. A mi edad jugando como un chiquillo…

Esteban.- La imaginación no tiene edades.

Francisco.- ¿Y mister Nelson?

Esteban.- Regresó a su hogar…

Lola.- ¿Lo regresaste a la caja?

Esteban.- El quiso irse. Dijo que su misión estaba cumplida…

Lola.- ¿Cuál misión?

Esteban.- La de inducir a la imaginación. Que es el principio del juego…

Francisco.- Francamente ya me canse de todo esto… ¡Lola, vámonos!

Lola.- Todavía no, papá. Un ratito más…

Francisco.- Yo me marcho.

Esteban.- Esta bueno… Pero antes devuélveme mi balero.

Francisco.- ¿Este? ¿Yo…?

Esteban.- Ese mismo. Es más, si me ganas un juego de quinientos puntos te lo regalo. Tu primero…

JUEGAN. FRANCISCO TIRA UNA SERIE DE DIEZ Y VEINTE PUNTOS, PERO PIERDE EL TURNO. ESTEBAN TIRA UNA CASI IGUAL PERO VARIOS TIROS DE CIEN.

Esteban.- ¡Gané!

Francisco.- ¡Esa es trampa!

Esteban.- ¿Por qué? ¡Yo gané!

Lola.- No entiendo… ¿Por qué ganaste?

Esteban.- Porque hice los quinientos puntos como habíamos quedado…

Lola.- No entiendo… ¿Cuáles puntos?

Francisco.- Así. LE ARREBATA A ESTEBAN EL BALERO. JUEGA. Cinco. Capirucho de diez. Veinte, Cincuenta. Cien. ¡Hizo trampa porque tiro varios de cien! Y no habíamos quedado. ¡Exijo una revancha!

Esteban.- ¡Orale! De yo-yo…

Francisco.- ¡Ya vas!

Esteban.- La figura más complicada gana.

JUEGAN. HACEN VARIAS FIGURAS, TELARAÑAS, PENDULOS, PATINADAS.

Francisco.- ¡Ahí está! ¡Sin trampas gané!

Esteban.- Uno a uno. ¡Desempate!

Francisco.- ¡Va! Piedra, papel o tijera...

JUEGAN. FRANCISCO GANA DOS DE TRES.

Esteban.- ¡No se vale! ¡Desempate justo! Ya lo dice el dicho: ¡A ver, échate este trompo a la uña!

Francisco.- ¡Como va!

HACEN UN CÍRCULO EN EL PISO. TIRAN UNOS TROMPOS QUE ESTEBAN SACA DEL BAUL. JUEGAN. SACAN LOS TROMPOS DEL CÍRCULO.

Francisco.- ¡Andi! ¡Andi, andi! CON LA PUNTA DEL SU TROMPO GOLPEA EL TROMPO DE ESTEBAN. ¡Para que aprendas que no debes ponerte con todos a jugar! ¡Todavía algunos recordamos los juegos de infancia! ¡Y lo que bien se aprende…!

Lola.- A poco esos son juegos…

Esteban.- TRISTE OTRA VEZ JUGUETEANDO CON EL BALERO. ¡A poco no!

Francisco.- Esos eran juegos tradicionales. Los mismos juegos que jugábamos en nuestra infancia. Ahora no los conocen porque nada mas saben jugar al nintendo…

Lola.- El nintendo es padrísimo, papá…

Francisco.- ¡Si: Golpes aquí, saltos allá!

ESTEBAN PONE LA GRABADORA Y SUENA LA MUSICA INCONFUNDIBLE DE MARIO BROS. LOS TRES PERSONAJES HACEN UNA RUTINA DE SALTAR Y TIRAR GOLPES COMO EN LOS JUEGOS. TERMINAN AGOTADOS SENTADOS EN EL SUELO.

Francisco.- ¡Ves! Son simples pero esto es más divertido que estar jugando frente al monitor de la televisión. ¡Ahí ni te mueves!

Esteban.- Los juegos tradicionales de antes eran para todos los que estaban en el patio.

Lola.- Entonces, si los juegos de antes eran tan buenos, para que servían estas bolitas.

FRANSCISCO VE COMO LOLA SACA DE UNA BOLSILLA QUE LLEVABA ATADA A LA CINTURA UN PUÑADO DE CANICAS. TRATA DE GANARLAS PRIMERO PERO ESTEBAN SE ADELANTA.

Esteban.- ¡Canicas!

Francisco.- ¡Son mías!

Esteban.- ¡Pues matanga dijo la changa!

Francisco.- Nada, son mías. Esta muchacha las hurtó del lugar donde las guardaba bajo la maceta del pasillo.

Lola.- Yo no las robé. ¡Tú me las habías dado!

Francisco.- Prometí que cuando fueras grande…

Lola.- ¿Y ahora que soy?

Francisco.- Acabas de cumplir diez años…

Lola.- ¿Y qué? ¡Ya soy grande!

Francisco.- De eso no se trata. Esas canicas me traen muchos recuerdos de mi infancia…

Esteban.- Pues sea lo que sea… Ya las perdiste.

Francisco.- ¿Perder?

Esteban.- Si. Porque las vas a perder ahora mismo. Te las juego contra este puño…

SACANDO UNA BOLSITA DEL BAUL.

Esteban.- Ponches. Agüitas. Calcas. Florecitas… De lo que quieras traigo…

LE REGRESA LA BOLSILLA A FRANCISCO.

Francisco.- ¿Pero quien ha dicho que quiero jugarlas? Estas canicas son mías y me voy.

Lola.- Pero papá…

Francisco.- ¡Sin chistar! Nos vemos, me dio gusto conocerte…

Lola.- ¡Papá..!

Esteban.- ¡Déjalo que se vaya! De qué le van a servir su puño de recuerdos si los tiene guardados en una bolsilla bajo una maceta…

FRANCISCO QUE YA SE IBA SE DETIENE.

Esteban.- Es tanto como tener unos carritos en una vitrina y jamás volver a sentir la emoción de correrlos en una carretera de tiza hecha en el pavimento…

Lola.- Mi papá tiene varios carritos que guarda en una caja.

Esteban.- ¿Para qué sirven los recuerdos arrumbados?

Francisco.- Para recordarle a uno aquello que no volverá…

Esteban.- ¡Ah!, sigue aquí... ¿Pues no que te ibas?

Francisco.- No del todo…

Esteban.- ¿Entonces...? ¿Me das el desempate contra tus recuerdos?

Lola.- Sí, papá… ¡Tú puedes ganarle!

Francisco.- DUDA UN MOMENTO. ¡Va! Pero sin trampa ni traguetas…

Esteban.- ¡Orale pues! Si no te alcanza este puño ahí traigo más…

HACEN UN CÍRCULO EN EL PISO. SEÑALAN LA CHOYA AHONDANDO UN ORIFICIO EN EL SUELO. TIRAN AL AZAR UN PUÑO DE CANICAS DENTRO DEL CÍRCULO. HACEN UNA LÍNEA RECTA EN OTRO EXTREMO.

Francisco.- ¡Esta agüita me gusta para tiro!

Esteban.- ¡Escoge el que quieras, yo traigo mi consentido! ¡Primis!

Francisco.- ¡Nada de primis…! Se ve que eres bien vago…

Lola.- ¡Yo también juego!

Esteban.- ¡Aguas, nena! Porque es de al devis… Si pierdes, pierdes.

Francisco.- No, Lola. Este es un juego serio y el fulano ese no me da nada de confianza…

Lola.- Pero papá, quiero jugar. Además, me cuidas…

Francisco.- Por eso… Y me descuido yo.

Esteban.- ¿Entonces qué pajaritos? Menos pío pío y más acción…

Francisco.- En serio, entiéndeme…

Lola.- ¡Oh pues, papá…! ¡Yo quiero jugar!

Esteban.- ¡Dale oportunidad! Recuerda que dijimos que los juegos viejos eran colectivos…

Francisco.- Esta bien. Pero si pierde…

Esteban.- Por principiante: le devolvemos sus canicas.

Francisco.- ¿A poco harías eso?

Esteban.- ¡Clarín corneta! Si soy un caballero.

Francisco.- Pon atención, Lola. Debemos tirar hacia aquella línea. El más cercano tira primero…

Esteban.- Debes tirar de uñita o de huesito…

LOLA INTENTA PERO NO LE SALE. FRANCISCO TIRA Y ESTEBAN LE SIGUE. OTRA VEZ LOLA HASTA QUE TIRA CON LAS YEMAS DE LOS DEDOS.

Esteban.- ¡Ahora si! ¡Ella va primero!

Francisco.- ¡Suerte de principiante! ¡Vas enseguida! ¡Yo rintincola cola y tras!

Esteban.- ¡Suerte de principiante!

Francisco.- Debes traerla primero, para poder sacar las cuirias…

Lola.- ¿Y eso? ¿Qué es?

Esteban.- Las canicas.

Francisco.- También así las nombramos. Por ejemplo, tú escogiste un ágata como tiro…

Lola.- ¿Y él?

Esteban.- ORGULLOSO. ¡Un balín del triple cero!

Lola.- ¿Y cómo la traigo?

Francisco.- Tira cerca de la choya. LOLA TIRA. Pero no tan cerca porque si este vago llega primero, capaz y te poncha. Jugar a las canicas es un juego de inteligencia…

Esteban.- También de destreza… ¡Mira!

ESTEBAN EJECUTA UN TIRO DESDE LA LINEA Y SACA LA CANICA DE LOLA.

Lola.- ¿Me ponchó?

Francisco.- No. Porque no la trae. Ahora voy yo…

JUEGAN. LOLA NO DA UNA. FRANCISCO SACA CASI TODAS LAS CANICAS DEL CIRCULO PERO AL FINAL ESTEBAN LO PONCHA CON UN TIRO MAGISTRAL.

Esteban.- ¡Ahora si! ¡Pelaste!

Lola.- ¿Qué pasó?

Francisco.- ¡Perdí!

Lola.- ¿Así nomás…?

Francisco.- Si. Así nomás…

Esteban.- CON OTRO TIRO MATA EL TIRO DE LOLA. ¡También tú perdiste, amiguita!

Lola.- ¡Que desilusión!

Esteban.- ¡Y el ganador...! ¡Y el más aplicado en el juego de las canicas callejeras! ¡Gracias, gracias, gracias! ¡Una ovación merecida!

Francisco.- ¡Vámonos!

Lola.- ¡Si! ¡No soporto tanta soberbia!

Esteban.- ¡¿Qué pasó?! ¡¿Qué pasó?! Sean buenos perdedores. Los juegos tradicionales son de inteligencia y destreza. ¡Ganó el mejor!

Lola.- ¡Ahí te ves! ¡Insoportable!

Esteban.- ¿A poco tú también te retiras? ¡¿Dejas así como así tus recuerdos?!

Francisco.- Se jugaron y se perdieron…

Esteban.- Se jugaron y se perdieron… ¡Pues sí! ¿Y entonces?

Lola.- ¿Entonces qué?

Esteban.- ¿Pues entonces...?

Francisco.- ¡Déjate de enigmas! ¡Nos vemos!

Esteban.- ¿Y tú también te vas?

Lola.- No tengo nada más que hacer aquí… ¡Te quedaste con todas las canicas!

Esteban.- Pero me extraña… No aprendieron nada todo este día. Todo este rato compartido. La imaginación y el juego no tienen precio. Son actos compartidos. No es como la realidad de todos los días que nos muerde los talones. Que mordisquea tan fuerte los intestinos de los mayores que siempre andan con una mueca severa en sus caras. Los invitamos, los convocamos a que desatornillaran sus rostros serios y se montaran una sonrisa en la cara… ¿O no?

TOMA EL ACORDEON, REINICIA LA GRABADORA Y CANTA UNA TONADILLA ALEGRE.

Con un poco de imaginación.

Con un poco de imaginación.

La vida no cambia.

Pero puede endulzarse.

Si quieres participa.

Te puedes abstener.

Puedes mirar.

Incluso, te puedes marchar.

LOLA Y FRANCISCO SE SUMAN. BAILAN JUNTOS. EN UN MOMENTO ESTEBAN LE REGRESA A FRANCISCO LA BOLSILLA DE CANICAS.

No hay perdedores.

No hay ganadores.

La vida no cambia.

Pero puede endulzarse.

Con un poco de imaginación

Con un poco de imaginación.

La vida no cambia.

Pero se puede endulzar.

BAILAN Y CANTAN.

FIN.

No hay comentarios: