El sueño más guajiro de McGiver (serie norteamericana que iluminó las pantallas caseras, enloqueció a las señoras y a las tías de Bart) seguro hubiera sido lograr abrir cualquier ostión con estos instrumentos. No conozco alguien que se precie de machín que no desee fervientemente, o en la intima convicción de sus anhelos jamás contados en público, una navaja suiza.
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